Comunicación

PADRE ÁNGEL EN EL PINAR

Palabras que dejan huella

El presidente de Mensajeros por la Paz, una ONG que trabaja en medio centenar de países de todo el mundo ayudando a decenas de miles de personas en situaciones de abandono, exclusión o extrema necesidad; compartió una jornada de convivencia con estudiantes, equipo docente y trabajadores de nuestra institución en un acto coloquio en el que defendió la dignidad de los mayores e hizo campaña a favor del movimiento ‘Soy mayor, pero no soy idiota’

Personas mayores, menores en situaciones extremas que ni siquiera cuentan con alimentos básicos en el cuerno de África, el drama de la inmigración o los excluidos de esta sociedad a los que se les da la espalda sistemáticamente. Incombustible, cercano y siempre dispuesto a tender una mano a los que más lo necesitan, el Padre Ángel compartió una intensa mañana dedicada a la Paz con alumnos, profesores y miembros de la comunidad educativa del Colegio El Pinar en la que, fiel a sus principios, tocó todos y cada uno de los temas que constituyen el eje de trabajo de la ONG que preside, Mensajeros por la Paz, desde hace ya más de medio siglo. En una charla coloquio con estudiantes del centro, el premio Príncipe de Asturias a la Concordia tuvo tiempo de repasar su dilatada trayectoria, siempre al pie del cañón en lo que a las causas de acción social se refiere y, en esta ocasión, aprovechó para realizar un alegato a favor del colectivo de personas mayores de nuestro país, que tras una vida de entrega y trabajo ahora se ven, por la brecha digital y tantos otros motivos, excluidos de acciones tan cotidianas como poder acceder a servicios bancarios en condiciones de dignidad. Se refirió a la campaña ‘Soy mayor, no idiota’ emprendida por el doctor jubilado Carlos San Juan en ‘Change.org’ en la que pide que no se suavice la brecha digital para que no se les cierren las puertas a trámites y acciones cotidianas que resultan básicas, como es el caso de los servicios financieros.

MAYORES

“Tenemos que estar cerca de nuestros mayores, de nuestros abuelos, de las personas que han hecho tanto por esta sociedad y ahora se ven solos y en la mayoría de ocasiones no piden más que un poco de cariño y hasta eso se les niega”, comentó el Padre Ángel a preguntas de los estudiantes.

Tras pedir la participación de los jóvenes en esta campaña, el presidente de Mensajeros por la Paz animó a los estudiantes a valorar “los pequeños regalos” del día a día, tales como el cariño que aportan los seres queridos y familiares, “una realidad que damos por hecha, pero que no todas las personas tienen a su alcance; porque cuando te acercas a la gente; a veces niños, a veces mayores, el tesoro que más valoran es precisamente éste, el gesto de cariño, la cercanía”.

También tuvo tiempo de repasar temas de la actualidad del momento, tales como la brecha social derivada de la situación económica que la pandemia ha provocado en países como España, del proyecto de restaurante ‘Robin Hood’ en Madrid, donde desde los voluntarios de Mensajeros tratan de aportar dignidad a hombres y mujeres sin recursos para que puedan recibir un menú como lo haría cualquier otro ciudadano en una mesa con servicios de restauración o los mensajes y actos de humanidad que deberían regir el día a día de instituciones y colectivos.

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