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EMPRENDER PARA CRUZAR EUROPA

NUESTROS ALUMNOS DE SECUNDARIA crean una empresa de cítricos ecológicos para financiar su viaje de estudios con un proyecto de emprendimiento colaborativo que a la vez les permite desarrollar competencias curriculares de la etapa

La compañía frutícola EcoPinar funciona a pleno rendimiento y los jóvenes empresarios ya han conseguido colocar casi dos toneladas de naranjas y mandarinas ecológicas tipo ‘Nule’ y ‘Navelina’, ingresando más de 1.500 euros en las arcas del proyecto. EL RETO ES LOGRAR VENDER TODA LA PRODUCCIÓN, ESTIMADA EN UNOS 12.000 KILOS DE FRUTA, ANTES DE FINALES DE MARZO

Naranjas de la China para ir a Roma. La frase podría servir de eslogan a la empresa que hace poco más de un mes pusieron en marcha los más de 250 alumnos de Secundaria del Colegio El Pinar de Alhaurín de la Torre para obtener recursos con los que financiar su viaje de estudios de final de etapa con destino a Roma y Florencia. Los reclamos ideados, sin embargo, por los miembros del departamento de marketing de la firma de cítricos ecológicos creada por los jóvenes son algo más directos y menos sofisticados, aunque no por ellos menos efectivos: “Alimentos saludables en tu mesa pondrás”; “Naranjas jugosas al mejor precio” o “Ven a probar las mandarinas de tus niños”. Ideas sencillas que, a la vista de los resultados, están dando mucho ‘jugo y juego’. En lo que va de trimestre, los chavales de la ESO han logrado recaudar más de 1.500 euros y colocar en torno a dos tonelada de mandarinas y naranjas ‘bio’, de los 12.000 kilos en los que se estima la producción, entre un público variado compuesto no sólo por miembros de la comunidad educativa en general, si no también por venta directa puerta a puerta y entre comercios de la zona que están dispuestos a colaborar con los estudiantes.

 

ESCUELA DE EMPRENDEDORES 

La iniciativa, que surgió como idea en el seno de la Escuela de Emprendedores del centro, no sólo responde al objetivo de recaudar dinero con el que sufragar parte del coste del tradicional viaje de estudios de Secundaria, si no que se trata, además, de todo un modelo experimental con el que los jóvenes de enseñanzas medias aprenden, en el marco de este programa de emprendimiento, los mecanismos de funcionamiento de una empresa, desde la fase de producción, hasta la de venta y gestión, pasando por los departamentos de Marketing y de I+D+i.  

Organizados por cursos y grupos, todos los estudiantes de la ESO, desde Primero hasta Cuarto,  asumen distintas responsabilidades en el organigrama de esta firma virtual de cítricos cuyo objeto mercantil es la comercialización de las frutas de una finca de varias hectáreas de cultivo ecológico anexa a las instalaciones del centro y arrendada por los propios chavales para este proyecto. Su reto para los próximos meses –al menos hasta finales de marzo y mientras las condiciones lo permitan- será el de ‘colocar’ los más de 12.000 kilos de naranjas y mandarinas de las variedades ‘Nule’ y ‘Navelina’ y obtener los ingresos suficientes para abonar el arrendamiento del campo y contar con un margen adicional de beneficios con el que ir arrancando dígitos al coste global de la travesía a Italia, que se estima en unos 32.000 euros de presupuesto.

FUNCIONES Y EXPERIENCIAS 

Así, la empresa piloto se ha organizado atendiendo a las áreas de funcionamiento que tendría una corporación real, de manera que los estudiantes realizan actividades que van de mayor a menor complejidad atendiendo a su edad y nivel madurativo: Los de niveles inferiores desarrollan las tareas propias de producción –recogida de frutos, clasificación, pesaje, envasado, etc.- y conforme asciende la edad y el curso, los alumnos van asumiendo más responsabilidad y llevando a cabo tareas como las de Marketing y comunicación –cartelería, publicidad, acciones de Relaciones Públicas-; trabajos de I+D+i –investigación para la obtención de productos de Tercera y Cuarta gama como mermeladas, jugos, esencias de naranja, etc.- y finalmente Gestión y control, una función ejecutiva que recae en manos de los alumnos mayores, es decir, los de Cuarto de ESO.

 Ana Torres, una de las jóvenes cuyas funciones son las de ‘mando medio’, es decir, trabajos de transformación de producto; asegura que se trata de una “clases más divertidas que tiene”. Explica que se lo pasan muy bien porque tienen que pensar qué nuevas cosas se pueden hacer con las naranjas, a la vez que aprenden lo importante que es la innovación en el emprendimiento y agudizan el ingenio para pensar en ideas nuevas.

Ignacio Rey, de Primero, añade que su tarea es divertida porque tienen la oportunidad de estar al aire libre, relacionarse y trabajar en equipo con los compañeros, así como avanzar en temas relacionados con algunas asignaturas, como Matemáticas, Biología o Arte de una manera práctica. “Colaboramos con los de Cuarto, lo mismo que en los próximos cursos, nuestros compañeros que vayan llegando a la ESO tendrán que ayudarnos a nosotros a financiar nuestro viaje. Es como un bucle en el que todos salimos beneficiados. La verdad es que está bien pensado”, añade.

 

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