Comunicación

MEJOR EN FAMILIA


Asanas de CUENTO

Cojines, esterillas, banderolas de colores, alguna que otra lámpara y muchos calcetines al aire… Es una clase de Yoga, pero nada en ella es convencional. La imaginación de los pequeños y también la de sus progenitores -por qué no-, vuela a través de los mundos de ficción de los protagonistas de decenas de relatos con los que la profesora Zahira Soriano va poblando la sala de usos múltiples en la que padres e hijos juegan, bailan, corren, se abrazan y se conectan en los asanas de esta divertida práctica cuyo requisito ineludible pasa por la acción familiar.

Son algunas de las claves que trazan el escenario dispuesto por esta especialista en Hatha Yoga para las tardes de los lunes y miércoles -en sesiones de 16.30 a 17.30 (Infantil) y 17.30 a 18.30 (Primaria)- en el Colegio El Pinar. Se trata de poner freno por unos instantes a la vorágine del acontecer diario para cuidar cuerpo y mente de una manera creativa, intergeneracional y, además, hacerlo bajo el hilo conductor del cuento. Soltar el control, dejar ir, estrechar lazos entre niños y adultos, acercarnos a través de las emociones, mirar con atención, tomar conciencia de nosotros mismos y adentrarnos en las posturas del Yoga con plena consciencia a la respiración y a nuestro mundo interior. Esta es la propuesta de una práctica salpicada por las aventuras, peripecias y dosis inagotables de humor que aportan personajes como ‘Gopala, el explorador’; ‘el Gallo Kiriko’, ‘Ramón, el cuervo’ o ‘Rosa, la mariposa chismosa’. Estos ‘héroes’ por una tarde son sólo un ejemplo del elenco de protagonistas oníricos de las singulares dinámicas de trabajo a las que nos acerca Zahira Soriano en esta fresca revisión del Yoga tradicional, unas dinámicas que transforman rutinas milenarias para adaptarlas a un ámbito grupal y familiar en el que no hay límite de edad -ni por arriba ni por abajo-, como tampoco de acción.

“El propósito de esta actividad es crear un vínculo entre la comunidad que nos rodea, así como el entorno social y natural. Lo hacemos a través de juegos originales con los que nos comunicamos a través de los sentidos y que sirven para fortalecer lazos, compartir, escuchar y alcanzar esa máxima de ‘aprender a desaprender”, asegura Soriano, quien añade que la aportación del cuento y su magia en las clases nos da una nueva perspectiva de las cosas, “ya que la introducción del relato posibilita una atención mayor y un interés más elevado. Las narraciones abren la puerta a un universo que nos permite conectarnos con la parte física de la práctica. Observamos las asanas como símbolos, al igual que ocurre en el mundo de las letras infantiles, permitiéndonos así trabajar valores y aspectos mentales desde la observación de las posturas del cuerpo”.

Yoga, Escuela, Familia y Literatura Infantil se dan la mano en un apacible escenario de fantasía, optimismo y frescura que abre sus puertas a pequeños y mayores durante cada tarde de lunes y miércoles en el Colegio El Pinar.

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